Durante los tres últimos meses he enseñado los cuatro puentes fijos de Bilbao reconstruidos tras ser dinamitados los anteriores durante la Guerra Civil. Lo he hecho a petición de una asociación que agrupa a más de quinientos enseñantes jubilados. Con el acto de hoy han sido ciento cincuenta las personas que han asistido. El formato, novedoso para mí, ha consistido en impartir primero una «clase» de aula de 50 minutos (todos, ellos y yo, hemos sido educadores) realizando a continuación un recorrido de una hora abarcando los cuatro puentes: San Anton, pasarela de La Ribera (yo la sigo llamando de San Francisco), La Merced y Arenal.

«Clase» sobre los puentes fijos de Bilbao. 28.11.2024. / Foto Asociación 5 de octubre de Docentes Jubilados.
Al tratarse de una asociación que tiene su sede social en Bilbao, el Ayuntamiento facilita la utilización de los centros cívicos municipales. Esto ha hecho posible que la charla se imparta en una coqueta sala de actos con capacidad para acoger a unas cincuenta personas, dotada de todos los medios técnicos y una generosa pantalla, en el Centro Municipal Ibaiondo (La Bolsa o palacio Yohn), situado en el Casco Viejo, cercano a los cuatro puentes. Hay que decir que, al tratarse de jubilados, las visitas se han podido organizar en días laborables y en horario de mañana.

Recorrido por los cuatro puentes fijos de Bilbao reconstruidos. 28.11.2024. / Foto Asociación 5 de octubre de Docentes Jubilados.
Dado que tanto el sentido común como las normas municipales, recomiendan grupos de no más de veinticinco personas, han sido varias las convocatorias realizadas. El recorrido permite hacer pequeñas paradas en cada puente sin obstaculizar ni interferir en el transcurso normal de la vida ciudadana. Ha habido una gran suerte con el tiempo (hoy por ejemplo soleado y con temperaturas de 20º) que parece empeñado últimamente en no respetar la secuencia estacional y nos sorprende con estos inviernos benignos tan poco cantábricos, de temperaturas cálidas y con la lluvia ausente, anómalos en definitiva.

Recorrido por los cuatro puentes fijos de Bilbao reconstruidos. 28.11.2024. / Foto Asociación 5 de octubre de Docentes Jubilados.
La reconstrucción de los cuatro puentes fijos de Bilbao
En la madrugada del día 19 de junio de 1937, ante la inminente entrada en la Villa de Bilbao de las tropas de Franco, la Junta de Defensa del Gobierno de Euskadi ordenó dinamitar todos los puentes de Bilbao y su ría. En plena Guerra Civil, la reconstrucción de los puentes de la capital industrial fue considerada una urgencia estratégica y propagandística para el nuevo régimen desde el mismo día de la victoria militar. Los cuatro puentes fijos de Bilbao fueron proyectados y dirigidos por un equipo de cuatro ingenieros de caminos, canales y puertos y cuatro arquitectos, pertenecientes a la Oficina Técnica Municipal de Puentes Fijos, dirigida por José Entrecanales Ibarra (Bilbao, 1899 – Madrid, 1990). Los proyectos de todos y cada uno de los cuatro puentes fueron firmados solidariamente por tres ingenieros y tres arquitectos, razón por la que no debe adjudicarse la autoría de cada puente a ninguno de los ocho técnicos en particular.
El guión de la clase-recorrido tiene su origen en la conferencia que impartí el 19 de junio de 2013 en la sala Ondare de Bilbao, organizada por la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública, AVPIOP-IOHLEE, (impartida de nuevo unas semanas después en el COAVN Bizkaia y en el Colegio de Aparejadores) así como en una propuesta que se me hizo desde la dirección del Museo de la Paz de Gernika / Gernikako Bakearen Museoa para participar en el seminario internacional «Caer y Levantarse. La reconstrucción del patrimonio después de una guerra» organizado por el propio museo y por EUROM y celebrado en Bilbao y Gernika en octubre de 2015. El texto que escribí entonces puede leerse aquí: «Los técnicos en la reconstrucción de los puentes fijos de Bilbao, 1937-1939».
En el seminario también participó Olivia Muñoz Rojas autora de Ashes and Granite con una interesante investigación que analizaba la destrucción y reconstrucción de los puentes móviles de Bilbao. La reconstrucción de los cuatro puentes fijos de Bilbao (y la de los móviles) está inscrita en la memoria de la Guerra Civil, en uno de esos momentos difíciles de nuestra historia; esta es una circunstancia que no puede ni debe obviarse al recordar tanto la desaparición de los puentes anteriores como el origen de los actuales.

Conferencia impartida en el COAVN Bizkaia el 9 de julio de 2013. / Colección Joaquín Cárcamo Martínez.
Divulgar la ciencia y la técnica
No es nada sencillo ser a la vez riguroso y ameno en la divulgación de la ciencia y la técnica. Cuesta mantener un equilibrio en la utilización de la terminología especializada, reduciendo al mínimo imprescindible aquellos vocablos más académicos e incluso explicando aquellos cuya utilización se considere esencial. No es fácil tampoco desprenderse de las menciones continuas de nombres de autores, de fechas, de citas, que utilizamos en los congresos, conferencias o reuniones más académicas y que poco o nada aportan a nuestros auditorios no especializados. Y exige un gran esfuerzo de reflexión y capacidad de síntesis el propósito de situar en su contexto las obras, de establecer referencias que sean familiares y entendibles para la mayoría, que ayuden a establecer un juicio crítico sobre las obras, los puentes en este caso. Mi compromiso es intentarlo.

Reconstrucción del puente de San Antón en 1938. / Foto: colección Joaquín Cárcamo Martínez.
Es cierto que, si aquello de lo que hablamos nos apasiona, es posible que seamos capaces de transmitir parte de nuestra pasión a quienes nos escuchan. Cierto, también, que en general no se hace difícil establecer un diálogo fluido entre todos y que de ese diálogo surgen a menudo aclaraciones y precisiones necesarias. La experiencia, en fin, resulta gratificante, incluso ante la repetición, como es el caso concreto del que hablo.
Hay una circunstancia reseñable en estos recorridos y es el hecho de que las personas interesadas tienen ya un conocimiento previo vital sobre lo visitado ¿Qué bilbaíno o bilbaína no ha atravesado en numerosas ocasiones alguno o todos los puentes? No se trata del turista que acude por vez primera a la ciudad y que posiblemente no vuelva a visitarla. Quien sigue con atención las explicaciones del guía ocasional durante el recorrido, es posible que ya nunca vuelva a ver los puentes de siempre con la misma mirada. ¡Ojala! Eso significaría que el conocimiento del proceso de diseño, de las dificultades de la construcción, de las implicaciones y condicionantes urbanísticos o, incluso, de la evolución posterior de los puentes, ha facilitado un mayor aprecio por estas realizaciones singulares de la ingeniería.

Inauguración de los cuatro puentes fijos. Desfile en el puente del Arenal. 19 de junio de 1938. / Foto: colección Joaquín Cárcamo Martínez.
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ARCHIVO. Entradas anteriores sobre puentes de la Villa de Bilbao:
En memoria de Javier Manterola. El puente de Euskalduna en Bilbao
¿Autenticidad u ornamento? Las farolas del puente de La Merced de Bilbao (I)
Mireya
Excelente material, mil gracias.
Joaquín
Muchas gracias, Mireya.